El año pasado al terminar la primera Transcandamia, prometí que pasaría mucho tiempo en volver a repetir la experiencia, pero solo ha tenido que transcurrir un año para que me entraran las ganas de tirarme por los senderos.
Con un ambiente espectacular, casi 400 corredores, bastante público en varios puntos del circuito, especialmente en la última subida ha transcurrido este "cross alpino" que se celebra por segundo año en nuestra ciudad. Una carrera de 18 km, dos más que el año pasado, casi 900 metros nivel acumulado y en un entorno precioso, tiene todas las papeletas para conseguir asentarse como una prueba clásica en el circuito de carreras provincial.
Considero que a pesar de tener más desnivel y más kilometraje la prueba de este año me resulto menos dura que la del año pasado. Los principales motivos creo que son:
-El año pasado mi experiencia en este tipo de carreras era nula, por lo tanto me sorprendio la dureza de la prueba. Este año ya sabia lo que me iba a encontrar y no existieron las sorpresas que me lleve en la pasada edición.
-Este año he entrenado algo más por el monte y sobre todo este tipo de subidas.
-Este año mi calzado ha sido más apropiado para el terreno en el que íbamos a correr.
-El año pasado la intensa niebla, el frio y la humedad hizo más dura y épica la carrera. Este año el buen tiempo, soleado ha hecho hasta que podamos disfrutar del paisaje y las vistas de León.
-Este año los ánimos de la gente y el ambiente en el recorrido nos han llevado en volandas.
La carrera en si comienza muy rápida con el acierto de la organización de cambiar el primer kilómetro para evitar el tapón del año pasado. Con un suelo menos bastante seco debido a la falta de lluvias de las últimas semanas nos lleva alrededor de toda la Candamia subiendo pequeñas pero empinadisimas rampas y bajando otras no menos empinadas. Personalmente procuro mantenerme entre los 20 primeros puestos toda la carrera, encontrándome bastante bien, bajando mucho mejor y menos temeroso que el año pasado. Una pequeña molestia en forma de flato despues de un empinadisimo descenso se hace palpable sobre el km siete, pero se va pasando bajando un poco el ritmo.
Hasta el km 14 voy bastante entero, pero a partir de ahí me desinflo un poco y mis cuadriceps suplican llegar a meta, pero hay que resistir lo que queda para llegar a la última cuesta lo más entero posible. Y llegamos a la temida subida, que más bien son dos paredes enlazadas, con un ambiente increible de gente haciendo fotos y gritando a los corredores la subida casi a cuatro patas se nos hace hasta corta.
Desde aquí hasta meta 200 metros para terminar mi segunda Transcandamia en 1 hora 40 minutos y en el 16º puesto.
Si el año pasado dije que no repetiria, este año digo que creo que repetiré siempre que pueda. Y eso que creo que las agujetas aún me durarán varios dias.
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